viernes, 23 de diciembre de 2016

Crítica a Verdades Secretas: cuando la telenovela alcanza su mayoría de edad

Foto: Rede Globo - Brasil.


A menudo me toca leer los manoseados clichés de que las telenovelas son “producciones hechas solo para que las vean las dueñas de casa”, o que son “historias predecibles que tratan de amoríos entre pobres y ricos”. Clichés que lamentablemente han sido instalados en el imaginario colectivo, en buena parte por las mediocres producciones que se han desarrollado en el mercado mexicano y caribeño. Pero estas preconcepciones han logrado ser superadas por historias generadas en otras latitudes que se han atrevido a ir más allá y romper estos cánones.

Ese es el caso de Verdades Secretas, producción del gigante brasileño Rede Globo, estrenada el 08 de junio de 2015 en el bloque de las 11 de la noche. Escrita por Walcyr Carrasco (autor de otros célebres títulos melodramáticos como Xica da Silva, Rastros de Mentiras, Alma Gemela, Chocolate con Pimienta, etc), con dirección de núcleo de Mauro Mendoça Filho, es conformada por un nutrido elenco de actores con nombres como Drica Moraes, Camila Queiroz, Marieta Severo, Rodrigo Lombardi, Reynado Giannechini, Ana Lucia Torre, Rainer Cadete, entre otros y otras.

Tuve la oportunidad de verla en su estreno, y por aquel entonces me lamentaba de que difícilmente llegase al mercado chileno, debido esencialmente al carácter estúpidamente pacato y conservador de nuestra sociedad. Pero grande fue la sorpresa cuando vi que se comenzaría a emitir aca a partir de agosto del presente año.

Esta telenovela nos narra la historia de Arlette, una adolescente que reside junto a su madre Carolina en una localidad al interior del Estado de São Paulo. Esta última tras percatarse que su esposo le había sido infiel durante muchos años, decide separarse de él, para trasladarse junto a su hija a la capital paulista, en donde vivirán junto a la madre de Carolina. En su llegada a la gran ciudad, Angel está decidida a iniciar una carrera como modelo, para lo cual concurre junto a su madre a la agencia Fanny Models. Allí tras un proceso de casting, la directora de la agencia llamada Fanny, descubre que ella tiene un gran potencial para el mundo de las pasarelas, por lo que persuade a la madre de Arlette para que acepte que su hija se integre al mundo del modelaje, a lo que ella termina accediendo. Ahí Fanny le coloca el seudónimo de Angel a Arlette. Poco a poco Angel descubre que tras ese mundo de lujo, luces, fama y glamour se esconde un sórdido y maquiavélico negocio: la prostitución. Muchas de las modelos de la agencia realizan paralelamente esta actividad, formando parte del denominado book rosa, una lista de modelos que potencialmente pueden servir para prestar sus “servicios sexuales” a los clientes de la agencia que lo requieran. Debido a las vicisitudes económicas por la que está atravesando la familia de Angel, ella decide integrarse a este negocio subterfugio para ayudarles a salir adelante. En este contexto conoce al millonario empresario Alex Ticiano, quien más que enamorarse, se obsesiona por ella. Ambos se terminarán relacionando generando una serie de enredos que dan vida a la trama de la telenovela. Junto a ellos están Visky (Rainer Cadete) y Lurdita (Dida Camero) que aportan las necesarias dosis de comicidad durante el desarrollo de la ficción.

Verdades Secretas se nos presenta como una telenovela con temas álgidos y contingentes que no son de fácil digestión, desarrollados de una forma madura e intensa. El mundo del modelaje es un simple telón de fondo para mostrarnos la verdadera piel de aquel universo, ese en que se lucha a cualquier precio con tal de obtener reconocimiento mediático a corto plazo, donde la ambición es la música que marca el compás de cada día, y en donde la drogadicción y la prostitución no son simples tabúes que la sociedad actual conveniente e hipócritamente esconde. La fama es la gran villana de la historia.

Está engalanada además por soberbias e inolvidables actuaciones de los diferentes personajes que componen su trama, como Carolina que es interpretada por la experimentada Drica Moraes quien se manifiesta como una mujer ingenua y sencilla, pero que esconde un gran carácter que poco a poco irá gatillando conforme se vayan develando esas verdades secretas, o la debutante Camila Queiroz que pese a la gran responsabilidad que conlleva su papel como protagonista, no se amilana por nada y sabe estar a la altura de lo que le exigía un rol de esta naturaleza. También tenemos al machista y dominante Alex en la piel del actor Rodrigo Lombardi quien ve al dinero como un simple pasaporte para hacer y deshacer conforme a sus meros caprichos, de tal manera que logra que el televidente lo termine odiando. Pero una mención muy especial es para la actriz Grazi Massafera, de quien honestamente no tenía un buen juicio antes de esta producción, ya que sus anteriores trabajos que me hacían cuestionar sus reales atributos como actriz. Pero en Verdades Secretas literalmente calló bocas, y logró brillar intensamente con luz propia al darle vida a Larissa, una modelo que representa el epítome de la decadencia humana, deambulando por las calles de Cracolândia para saciar su adicción al consumo del crack, al no conseguir el éxito deseado en el modelaje. Para costear su adicción recurrirá a lo más bajo de la naturaleza humana, inclusive si de vender su propio cuerpo se trata.

Como buena producción brasileña, no escatima en recursos audiovisuales para transmitirnos con la mayor efectividad posible la acidez y crudeza de su historia. Las escenas de los desfiles son un verdadero deleite visual. Mención aparte es para las escenas de relaciones íntimas en donde hay un cuidadoso trabajo por parte de la dirección para lograr que sean efectivamente instrumentales a la trama, evitando incurrir en el simple morbo, pero tampoco sin perder el carácter maduro que exige la historia. Muy diferente, por cierto, al caso de las telenovelas nocturnas chilenas que abusan del recurso de las escenas de sexo para disimular las deficiencias en su trama.

Verdades Secretas es una telenovela que logra divorciarse felizmente de las ataduras y ripios que suelen convertir en burla de la opinión pública a las producciones de este género, elevando el estatus del simple melodrama.

Este jueves 29 de diciembre de 2016 se emitirá el capítulo final de esta historia en Chile por las pantallas de Canal 13, ocasión que además marcará el fin de la emisión de las producciones brasileñas que por más de 30 años habían formado parte del ADN de la ex señal del angelito. Si no has podido observarla antes, es una gran oportunidad para apreciar una ficción este nivel, el que difícilmente se volverá a replicar en la pequeña pantalla nacional.